Lecciones de estilo que me dejó Sex and the City.
- Reina Pichardo
- Jun 12
- 5 min read
Updated: Jun 20

Existen series que te atrapan, y hay otras que te marcan. Para mí, Sex and the City fue ambas. No fue solo una serie entretenida y vibrante que me hizo enamorarme aún más de Nueva York, sino también me dio una verdadera clase magistral de estilo. No dictada por gurús de moda ni revistas, sino construida por cuatro mujeres que se atrevieron a vestirse como querían y a vivir como sentían. Y detrás de cada look inolvidable, estaba la visión única de Patricia Field, la estilista que convirtió cada escena en un desfile inesperado por las calles de Manhattan.
Carrie, Charlotte, Miranda y Samantha no solo tenían personalidades distintas, también formas únicas de usar la moda para expresarse. Entre sus aventuras entendí algo que con los años y la experiencia he confirmado: el estilo no es encajar en un molde, es elegir con intención, disfrutar el proceso, atreverte y expresar quién eres.
Verlas caminar por Nueva York no era solo moda, era inspiración, por eso cuando me enteré de que el pasado 6 de junio la serie cumplió 27 años, sentí dos cosas: uno, que estoy envejeciendo como un buen bolso vintage; y dos, que era el momento perfecto para rendirle homenaje aquí en mi blog.
Cuatro mujeres, cuatro estilos (y una ciudad que lo permite todo)
Una de las cosas que más me fascinó de Sex and the City fue ver cómo cuatro mujeres tan distintas podían reflejar su mundo interior a través de la ropa. Cada una tenía un estilo definido, pero también usaba la moda como una forma de expresarse. Ninguna seguía un manual. Y todas, a su manera, brillaban.
Carrie Bradshaw: el arte de arriesgar.

Carrie es, sin duda, la reina del estilo inesperado. Nadie combinaba mejor las cosas que, en teoría, no deberían funcionar juntas. Tenía una forma única de vestirse, como si eligiera su ropa con el corazón antes que con la cabeza. ¿Un tutú en plena Quinta Avenida? Claro. ¿Manolos para caminar por las calles de Nueva York? Obvio.
Su estilo era una mezcla entre lo más editorial de una revista y un tesoro encontrado en una tienda vintage. Y eso era lo que lo hacía tan especial. Carrie me enseñó que el estilo no siempre debe tener lógica; lo importante es cómo te hace sentir. Que no necesitas una ocasión especial para ponerte algo que te encanta, y que arriesgar un poco puede ser la clave para descubrir tu identidad a través de la ropa.
Charlotte York: la elegancia clásica.

Charlotte siempre se veía perfecta, como salida de un catálogo. Su estilo era clásico, femenino y muy cuidado. Colores suaves, perlas, vestidos con vuelo… una mezcla entre Audrey Hepburn y el mundo pulido de Ralph Lauren. Todo en ella decía “bien portada”, pero con mucho estilo.
Aunque su look era romántico, Charlotte dominaba el poder de lo discreto. Me enseñó que vestirse de forma tradicional no es sinónimo de aburrido, y que lo delicado también puede ser fuerte. Que sí, puedes vestirte de rosado y aun así dejar claro que sabes lo que quieres.
Miranda Hobbes: el estilo funcional.

Al principio, Miranda se vestía como si todos los días tuviera una cita en la corte criminal: trajes grises, camisas sin emoción y zapatos que claramente priorizaban la comodidad sobre el estilo. Pero con el tiempo, su forma de vestir fue cambiando. Se animó a usar colores más cálidos, cortes que le quedaban mejor y, sí… incluso tacones, aunque le dolieran los pies.
Miranda me enseñó que el estilo evoluciona contigo. No significa que estás dejando atrás quién eres, sino afinando la forma en que lo comunicas a través de la ropa. Y que vestirse “bien” no es traicionar la practicidad, sino abrazarla con más intención y confianza.
Samantha Jones: la sensualidad como lenguaje.

Samantha no se disculpaba por ser quien era. Y eso también se notaba en su ropa: escotes, estampados, animal print, texturas brillantes, vestidos ceñidos y accesorios super llamativos. No tenía miedo de destacar ni de ser sexy, porque lo hacía desde un lugar de seguridad y poder.
Su estilo me enseñó que vestirse provocativamente no es vestirse para otros, es vestirse desde la certeza de saber quién eres. Que la moda puede ser una declaración de deseo, de autoestima, de libertad. Y que el rojo siempre es una buena idea, sobre todo cuando no te importa lo que digan.
Lecciones de estilo que todavía aplico (gracias, SATC)
Ver Sex and the City no solo me dio ideas para vestirme. Me dio permiso para probar, para fallar, para atreverme. Aquí comparto algunas de las lecciones que, hasta hoy, aplico en mi día a día (y también cuando asesoro a otras mujeres):
1. El estilo evoluciona.
Nadie tiene un solo look para siempre. Carrie pasó por mil fases, y todas eran auténticas. Lo mismo nos pasa a nosotras: lo que te define hoy puede no ser lo mismo que te definirá mañana. Y eso no es inestabilidad, es evolución.
2. Vestirse también puede ser terapia.
Cuando Carrie está triste, se viste mejor. Cuando Charlotte está insegura, se arregla el peinado. Cuando Miranda necesita fuerza, se pone un traje. Usar la ropa como herramienta emocional no es superficial, es inteligente. Hay días en que vestirte bien es una forma de decirte: “Aquí estoy.”
3. Lo “incorrecto” puede ser perfecto si lo llevas con actitud.
¿Un cinturón sobre un vestido de noche? ¿Una blusa de hombre con una falda de tul? Todo lo que Carrie hizo alguna vez se sintió arriesgado, pero nunca falso. Porque la actitud lo era todo. No se trata de qué llevas, sino de cómo lo defiendes.
Lo que Sex and the City me enseñó no fue solo a vestirme mejor, aprendí a probar sin miedo, a reírme de mis errores de estilo, a entender que un vestido puede ser una armadura y un par de zapatos, motivación. También me enseñó que el estilo no es tener un clóset lleno de ropa, sino saber quién eres y expresarlo con confianza. Al final, vestirse es otra forma de hablar. Y el estilo, ese que no se copia ni se compra, nace cuando dejamos de pedir permiso.
Créditos visuales:
Las imágenes que acompañan este artículo fueron tomadas directamente de la serie Sex and the City (HBO) y se utilizan aquí con fines ilustrativos, como parte de un análisis personal sobre moda y estilo.
Si tu closet hablara... diria...
Carrie
Charlotte
Miranda
Samantha
Me encantó ver los diferentes estilos que cada una usan y la seguridad que proyectan. Ademas me motivó a ver la serie 👌🏼 y me gustó ver imágenes en el artículo porque me ayuda mucho a entender mejor ❤️
Waooo, cada una se ven bien vestida.
Gracias, muy interesante, me quedé con la frase de “ la moda evoluciona”. ¡Y quizás el estilo también!